Este libro no pretende imponer ideas, sino más bien sugerir pensamientos sobre la filosofía de las artes y las letras.
Es verdad que cada ser tiene sus propias inclinaciones o preferencias en esa materia, sin embargo, de tal diversidad se deduce una misma preocupación: el lugar que ocupa el disfrute de la poesía y el arte en nuestro intelecto.
La buena música, el teatro, la poesía o las artes plásticas, presentan un interés particular como manifestaciones estéticas de la mentalidad humana; esa sensibilidad, y su alcance profundo en la esfera del entendimiento, son accesibles a todos por el reflejo de la vida que ellas evocan.
Ese aspecto puntual de la filosofía del arte es una de las grandes cuestiones que conllevan a la mejor apreciación de las expresiones intelectuales de la humanidad.