Muchos de los cuentos que leíamos de niños acababan diciéndonos que el príncipe y la princesa iban a pasar el resto de sus vidas juntos y felices, pero hoy las cosas andan de distinta manera: el matrimonio se entiende más como una prueba que como un pacto destinado a durar, y son pocos los hombres y mujeres que deciden unirse con la firme intención de defender su vínculo contra viento y marea.
De ese pacto sagrado nos habla Marta Brancatisano en Para que nunca llegue la medianoche, un libro que navega con garbo y humor a favor del matrimonio, comparándolo con una aventura llena de riesgos pero también de satisfacciones.
Tras años de vida en pareja y después de haber criado a siete hijos, Marta Brancatisano escribe desde su experiencia de mujer para recordarnos que hay apuestas que exigen atrevimiento, pero disfrutaremos del premio… hasta que la muerte nos separe.