Ninguna gesta humana se ha llevado a cabo con tantos pretendidos conocimientos. La salida de Sanlúcar de Barrameda de la escuadra magallánica, el 20 de septiembre de 1519 desconocía la ruta naval; ignoraba si abría paso al sur del continente americano; desconocía las leguas marinas que separaban el mar del sur hasta su objetivo: las islas Moluccas. Ignoraban la medida del globo terráqueo.
En una de las cinco naves se pretendía, en plena derrota, descabalgar al Capitán General de la Escuadra de su mando y, cuando ésta huyó desertando llevó con ella la mentira y la traición.
Un hecho más en que la realidad tiene más dramatismo y tensión que la narrativa literaria.