-El dosier elaborado por el servicio secreto sobre la vida privada de un agente: “Yo no he juzgado tu comportamiento, simplemente me he limitado a constatarlo (promiscuidad sexual)”; “Las pruebas que sobre sus conductas se disponen son de validez interna para el Centro pero no válidas en cualquier proceso externo al mismo, por los procedimientos empleados para la obtención”.
-Luis Solana: “Todas, absolutamente todas las instituciones de este tipo cruzan alguna vez la línea que marca la legalidad”.
-Castro Tero: “La gota que rebasa mi vaso es cuando un prestigioso militar me encarga que ponga unas bombas en el sur de Francia”.
-Markus Wolff (STASI): “Sentíamos que se permitía casi todo, mientras de ese modo se sirviese a la causa… Solo cuando nuestros planes amenazaban tener consecuencias en las esferas políticas informaba a mis superiores”.
-Julián García Vargas: “Antes de salir del despacho del Ministerio de Defensa guardaba todos los informes que me había mandado el Cesid y me los llevaba a casa. Cuando llegaba, veía los telediarios y luego tiraba los informes, porque viéndolos ya me había enterado de todo lo que me contaban”.
-Javier Calderón (ex director): “Ningún servicio del mundo puede funcionar si los agentes se arriesgan a sentarse en el banquillo por cumplir las órdenes de sus superiores”.
-El día que un director del espionaje acabó por error –saltándose la ley- con la carrera de un político canario.
-Pocos se libran de ser espiados: Mario Conde, Xabier Arzalluz, Adolfo Suárez, Isabel Tocino, Alicia Koplowitz…
-Notas de un periodista en una reunión con el director Calderón: “Acusó a Fernando Rueda de haber comprado información sobre la muerte de su hijo”.